sábado, 18 de octubre de 2008

Para Nixon, Allende era agente de la KGB

Para el gobierno de Nixon, Allende era un agente de la KGB soviética

Salvador Allende se había convertido en "una pesadilla personal" para el presidente estadounidense Richard Nixon, pues "era un agente pagado por la KGB". Por eso, Washington intervino directamente para derrocar al entonces mandatario chileno y así "evitar que se formara una segunda Cuba" en América.
Así lo revelan varios funcionarios de la administración Nixon en el documental "Henry Kissinger, secretos de una superpotencia", del realizador alemán Stefan Lamby.

Para evitar la asunción de Allende en 1970 y después, para desestabilizar su gestión, EE.UU. organizó, recuerda Haig, "una serie de acciones encubiertas a través de la CIA, similares a otras previas en América Latina, que habían sido muy exitosas incluso bajo administraciones anteriores, por ejemplo evitando la asunción de comunistas en Brasil y Guatemala".
En la película también aparece Brent Scowcroft, estrecho asesor de Kissinger entre 1969 y 1975, y confirma esas acciones: "Apoyamos con dinero a gente que protestaba, para complicarle la situación a Allende. Las acciones encubiertas siempre fueron parte de la política de Estados Unidos".
Kissinger dice en el film que "personalmente no tuvo ningún plan" contra el gobierno socialista. "Nixon daba órdenes directas a los servicios de inteligencia, a las que yo, por supuesto, no me oponía", aclara.

Kissinger justifica: "Era importante ocuparse porque en 1962 vimos cómo los rusos instalaron cohetes en Cuba y se construyó una base para submarinos en Cienfuegos. En Argentina había prácticamente una guerra civil. Esa política no fue un invento de Nixon, (los presidentes) Kennedy y Johnson también la practicaron, con la diferencia de que fueron más exitosos ".

El documental cita la transcripción oficial de una conversación telefónica con Nixon cinco días después del golpe del general Augusto Pinochet contra Allende, el 11 de septiembre de 1973.
Este fue el diálogo:
Nixon: -¿Hay algo de importancia?
Kissinger: -Nada que tuviera mayores consecuencias... La cosa en Chile se está consolidando y, por supuesto, los diarios critican porque se derrocó a un gobierno procomunista. En vez de festejarlo. En la era de Eisenhower hubiéramos sido héroes.
Nixon: -Bueno, como sabe, no lo hicimos. Esta vez, no metimos nuestras manos en el asunto.
Kissinger: -Bueno, no lo hicimos, pero ayudamos a crear las condiciones favorables.

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